Porque
quebró McDonald´s en Bolivia. Es el titular del documental realizado por Fernando
Martínez, en donde analiza culturalmente el duelo entre la cocina boliviana, de
sabores intensos y la popular hamburguesa que no es precisamente una exquisitez
gastronómica.
McDonald´s
es un poderoso símbolo americano, un estilo de vida representativo de la
sociedad de consumo, un modelo de prestancia económica. Robert Udler dueño de
la franquicia en Bolivia, decía que miraba con envidia como otros países tenían
McDonald´s pero Bolivia no. Esa fue su meta y se empeñó en llevarla a su país,
tal vez pensando en darle un "nuevo nivel social” a su gente.
Es
una propuesta que suena válida para un país Latinoamericano señalado por los
medios como “tercermundista”. Tener una marca del Top 100 como McDonald´s tiene
un significado socio-económico muy relevante; es la imagen social ante el
mundo.
Cuando
inauguraron McDonald´s en Colombia a finales de los 90, fue todo un
acontecimiento. No por las hamburguesas, ya teníamos Burger King y Presto. Era el
simbolismo de su mensaje en la mente del público: una marca mundial quería
establecerse en un país estigmatizado por la violencia y el narcotráfico.
Psicológicamente tenía un impacto fuerte, comenzábamos a importarle al mundo
desarrollado, era nada más y nada menos que McDonald´s, comenzábamos a tener reconocimiento
social en el mundo.
Se
podría pensar que otros países con similares condiciones, estarían ampliamente
dispuestos a acoger la marca como propia. Pero Bolivia dio la sorpresa: es el
único país que le ha cerrado las puertas a McDonald´s, literalmente. Es tan
relevante el hecho, que ha dado para documental.
Martínez
menciona como posibles causas el precio y los aspectos culturales que son
relevantes para cualquier marca, pero que no determinan un fracaso tan
estruendoso. McDonald´s se encuentra en países con tradición gastronómica
mediterránea como Italia y Grecia, a los que tuvo que adaptarse para permanecer
allí.
En
Sur América McDonald´s actualmente se encuentra en Argentina, Brasil, Chile,
Colombia y Uruguay, países con una diversidad social, étnica, política y
económica muy diversa. Bolivia es muy opuesta a pesar de ser parte del mismo
continente; conserva sus tradiciones, su cultura, es un país admirablemente
autóctono.
No
es un país reconocido por su riqueza o desarrollo, pero es un referente
turístico en el mundo por su valor cultural, y políticamente aferrado a los
valores indígenas; quieren su cultura, no se avergüenzan de su origen, desde
sus tradicionales trajes típicos que son de uso cotidiano, hasta su muy
folclórico y sencillo estilo de vida.
Es
un perfil muy opuesto al consumidor habitual de la marca. Este encuentra en ella
los referentes de identidad a los que aspira: un estilo de vida aparentemente
práctico pero inmediatista. El payaso Ronald es un símbolo en el imaginario
colectivo de su público: historias fantásticas y de terror que tanto le gustan al
público americano. En mi concepto es un anti símbolo, los payasos son poco
apreciados por la mayoría de las personas, y su imagen no es precisamente un
modelo de vida hogareño y tradicional.
La
imagen emocional de Mc Donald´s, no encaja en el imaginario colectivo del
boliviano. Sus tradiciones son ancestrales, respetadas por la humanidad por su
alcance cultural y social. Tal vez la única cultura suramericana que no se vio diezmada
por la conquista española, y después de tantos siglos, menos por la cultura que
para el boliviano representa un imperio antivalores.
Mc
Donald´s ha dado el mensaje equivocado. Ha sido absurdamente indiferente a algo
tan básico en la investigación de mercados, como es el entorno social y
cultural. McDonald´s es el reflejo de lo que no quieren los bolivianos para su
gente. No importa cuántos puestos de trabajo creara en un país al que le hace
falta la inversión extranjera para darle un empujón. Para ellos es cierto que
no todo es dinero.
Bolivia
representa la férrea defensa latinoamericana a las tradiciones, la cultura, los
valores, la historia. Tiene la fortaleza de un pueblo independiente, no
influenciable, y les plantaron un duelo psicológico entre sus tradiciones
gastronómicas ancestrales, donde la comida es un ritual y la hamburguesa que es
un insulto a este ritual.
Una
marca poderosa es la que se involucra en la cotidianidad de las personas; tiene
humildad, empatía. Se comunica, observa, escucha. No se cree el cuento que lo
tiene todo ganado.
El
que juega de visitante, debe adaptarse a las reglas de su anfitrión. Es la
regla de oro en el mercado. Y el eslogan estaba bastante alejado de ese
concepto: “Cuándo uno empieza con lo
mejor, termina con lo mejor”. Insisto, considerar la semántica es
definitivo para cualquier estrategia de comunicación. Sencillamente dijo: Somos
mejor que todo lo que has tenido hasta ahora, mal comienzo.
Coca-Cola
es un modelo a seguir en estrategias de comunicación. No sólo es la marca líder
a nivel mundial, es otro símbolo americano, pero está en Bolivia y le es
reconocida su tradición, su influencia en el corazón de su público. El gobierno dice que
la Coca Cola boliviana será “más auténtica” que la norteamericana. Coca-Cola no
entra a menospreciar a su contrincante, no compite, es como si dijera: por
supuesto, es así, no vamos a reemplazar lo que es importante para ti. Se
integra a su cultura, a su mentalidad, y eso es lo que le permite quedarse; ya
está en la mente de su público; Coca-Cola se ha hecho parte de su sociedad.
El
mensaje de McDonald´s fue catastróficamente arrogante e insultó la inteligencia
del público: poner su salsa tradicional en su menú, no es un favor que les
hace, no lo hace uno de ellos y mucho menos aspirar a poner al mismo nivel la
hamburguesa y su gastronomía ancestral. Es como si estuviera diciendo que van a
tener un gesto de buena voluntad, pero que finalmente McDonald´s será quien
ponga las reglas.
La
imagen de McDonald´s ha sufrido duros golpes gracias a los constantes rumores
de maltrato animal, daños al ecosistema y prácticas productivas poco ortodoxas,
que hacen pensar que su mensaje no es coherente con sus acciones. Bolivia es lo
opuesto: tradicionalmente natural y amigable con el medio ambiente.
En
el top
100 de Interbrand, McDonald´s ocupa el puesto 6 del ranking de las
marcas más poderosas, donde se hace referencia a su transformación en una marca
innovadora, social y verde. La pregunta que surge es: ¿marcas como estas podrán
hacer frente a las críticas y reinventarse no solo para el beneficio
corporativo puramente económico, sino también para el beneficio social,
cultural económico y moral de la sociedad en que desarrollan sus actividades?
El
mercado ha comenzado a dar muestras de cambios sustanciales en la percepción de
las marcas, es el consumidor el que dice qué esperar de ellas. Es tal el auge
de conciencia social, que podemos vernos en un supermercado revisando las
etiquetas para ver que no dañe la naturaleza o si es naturalmente beneficioso
para la salud. Es una realidad, y una marca no puede sentarse en los laureles;
ahora se habla de sustentabilidad y esta palabra abarca mucho más de lo que
imaginamos.
Las
marcas son las responsables del dinamismo de las economías, todo gira en torno
a ellas. ¿Estamos dispuestos como los bolivianos a defender nuestros valores y
convertirnos en consumidores responsables?
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