El itinerario

El equilibrio 


Los tiempos que corren son anormalmente convulsos, si se piensa en el grado de desarrollo de la humanidad, y enmarcado en la pérdida de valores que está desgastando el concepto de sociedad, quizás, porque la cultura de la inmediatez,  bajo la tutela de herramientas tecnológicas se ha convertido en el yugo que se impone sobre el criterio propio. 

De hecho, la dependencia tecnológica y la sobreestimulación de los sentidos, está erosionando las habilidades humanas: la vida ya no se concibe sin una pantalla en la mano. Cada vez se usan menos las destrezas manuales y mentales, innatas y suficientes para la vida. Incluso se aboga por normalizar la Inteligencia Artificial, porque «puede y debe reemplazar la creatividad humana», aunque haya sido concebida por la mente humana. Un tema con mucha tela que cortar.

No obstante, la tecnología es un medio útil para desarrollar proyectos productivos. Se trata de poner cada cosa en su sitio, incluso la existencia humana, para recuperar la conciencia del ser, —tan discutida por los griegos antiguos—.

Todavía es posible replantear el camino para la reconstrucción del equilibrio social y encontrar el auténtico significado de calidad de vida, que se ha desdibujado con el desbalance socioeconómico actual, donde se es cada vez menos productivo, en términos de igualdad y oportunidades. 

Es tiempo de reconocer que es anormal sobrevivir en cualquiera de los extremos de la política económica, cuando los recursos se agotan, las expectativas de vida decrecen, y se inicia un espiral depresivo que se traduce en indiferencia, apatía e intolerancia, dejando claro que el equilibrio se ha perdido.

Es vital reflexionar y soltar todo aquello que es inútil y fútil, y que hace pesado e inmanejable el equipaje en el viaje de la vida, en medio de un escenario dantesco en el que cuesta mucho observar, digerir y reconocer que el cambio inicia de forma individual.

Está en nuestro ADN, crear, construir, renovar, producir,  y redescubrir la pasión por la vida que es ante todo física y no virtual, para disfrutar de este increíble planeta, y saborear cada minuto.

Este es un espacio para reflexionar en las decisiones que afectarán el futuro individual y colectivo. Del buen andar, depende la seguridad económica, física y social y la calidad de vida.

Te doy una calidad y poderosa bienvenida a este nuevo proyecto, que nace del deseo de contribuir para esa nueva y equilibrada sociedad que todos buscamos.

Una feliz vida para todos.

Alexandra Pérez Nova

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