Hablar de
asociaciones de marca significa que la filosofía o creencia de la marca despierta sentimientos y emociones positivas entre su público, gracias a la coherencia de sus acciones de socialización
y comercialización que la hacen confiable, respetable y amada.
LEGO parecía ser
una marca que contaba con estas asociaciones, además de ser un referente en
creatividad, innovación y modelo empresarial. Por eso me sorprendió el mensaje
de Greenpeace: “Con el ártico no se juega”
Apoyo las labores
de Greenpeace porque considero que son muy valientes en defender nuestro hogar,
nuestro planeta: crear conciencia en quienes ven más rentable ignorarla, es
todo un desafío.
Así que decidí
enterarme un poco más del tema ya que todo puede tener diferentes ángulos y no
veía a una empresa como LEGO invirtiendo en temas de petróleo, una empresa con una creencia tan bien definida: “Es una compañía comprometida con el desarrollo de la
creatividad de los niños a través del juego y del aprendizaje” Y lo logra a partir
de esas ingeniosas piezas con la que se puede construir casi cualquier cosa.
Básicamente
Greenpeace solicita a LEGO que finalice su acuerdo comercial (Cobranding) con Shell porque consideran que están sirviendo
de fachada para limpiar la mala imagen de Shell; porque aman y respetan a LEGO, pero
también esperan contar con ella desde su fabulosa filosofía para hacer de éste,
un mundo mejor, como ya sucedió en el 2011:
“LEGO se convirtió en la primer
mega-empresa de juguetes en anunciar sus planes para eliminar la deforestación
de su cadena de suministro, después de que el mes pasado Greenpeace lanzara una
campaña para convencer a la industria del juguete que deje de empaquetar sus
productos a costa de la destrucción de los bosques de Indonesia”
Por supuesto, lo
menos que esperábamos es que LEGO se comprometiera en acciones que favorezcan la
conservación del planeta.
Pero la respuesta
de LEGO esta vez no ha sido tan positiva y Greenpeace ha usado las fabulosas piezas
de LEGO para crear una spot tan completo como ingenioso, para de una manera
gráfica e impactante mostrar los efectos destructivos de la explotación de
petróleo de Shell en el Ártico y como afectará toda forma de vida y las
asociaciones que tienen los stakeholders de LEGO como marca.
Con este panorama y
en medio de una realidad tan tangible como es el cambio climático, prefiero
inclinarme a pensar que en LEGO no han tenido la cabeza fría para considerar
todo el contexto ni el verdadero impacto de sus acciones para su marca y para
la sociedad; particularmente para una
empresa que se preocupa mucho por su imagen, da la impresión de haber ignorado tres
condiciones básicas de un cobranding:
- Cualquier potencial asociación que involucre directamente a la marca no debe estar en desacuerdo con su filosofía y sus valores.
- Los socios del proyectado acuerdo deberá gozar de buena reputación en sus respectivos campos de acción.
- La marca que busca la asociación no debe ser socialmente inadecuada o inapropiada en el terreno ético.
Porque el objetivo
de estos acuerdos comerciales es potenciar o reforzar la imagen de la marca a partir
de crear o compartir nuevas asociaciones que incrementen el valor emocional de
la marca entre sus stakeholders.
Por eso no veo
claramente el objetivo y me asombra la ausencia de coherencia del comunicado del CEO de LEGO Jørgen Vig Knudstorp, cuando introduce su respuesta al tema
con el lema de la empresa: “Sólo lo mejor es suficientemente bueno” Espero
equivocarme, pero creo que intentaba decir que Shell con sus acciones es lo
suficientemente bueno para la imagen de LEGO y las expectativas de sus clientes.
En otro aparte dice
“Nuestra contribución única es mediante la inspiración y desarrollo de los
niños al entregar experiencias de juego creativas en todo el mundo.” En LEGO me
van a tener que disculpar pero no entiendo como puede ser inspirador para un
niño ver cómo una empresa como Shell destruye el ecosistema por algo tan contaminante
como el petróleo, cuando en el mundo entero se están desarrollando tecnologías
impresionantes de energía limpia.
Pero esta frase sí
que me dejó muy desconcertada: “La campaña de Greenpeace se enfoca en cómo
Shell funciona en un lugar específico del mundo… Nos entristece cuando se
utiliza la marca LEGO como una herramienta en cualquier disputa entre
organizaciones”
Personalmente “me
entristece” que una marca como LEGO que se considera inspiradora, no sea
consciente del grado de influencia que posee en la sociedad y trate el tema
como una disputa entre dos colegiales, y no la de una organización que lucha
por preservar el planeta para esos niños que LEGO dice inspirar… y por
supuesto, los niños de todo el mundo, no de un lugar específico del mundo.
Si hubiera crecido
jugando con LEGO que para mi país no era el caso, en este momento estaría muy “entristecida”
porque mi marca amada, con la que tendría vínculos emocionales importantes porque compartí los
sueños de mi niñez de un mundo mejor, no le importan a la marca.
Así que si mis
hijos quieren piezas de armar, pues ya sin cargos de conciencia, puedo comprar
una marca parecida o alguna versión pirata del mercado; LEGO ya no forma parte
de mis experiencias positivas de vida, ya no tiene mi respeto, ni tampoco mi lealtad.
“El nombre LEGO es
la abreviatura de dos palabras danesas: “leg godt” (cuyo significado es “jugar
bien”). Ese es nuestro nombre y nuestro ideal” señalan en su web. Pero no muestran
que estén jugando bien; están ignorando a sus stakeholders y el poderoso valor
de las asociaciones emocionales que tienen para una marca la lealtad y la
fidelidad como respaldo y apoyo en los tiempos de crisis.
Sinceramente esperamos
que LEGO ponga sobre la balanza lo que es realmente importante para el valor de
su marca y que recuerden "su compromiso en las áreas de responsabilidad y
sustentabilidad, reconociendo que tenemos un fuerte impacto en cuestiones
sociales y ambientales”: la poderosa influencia que tiene en la sociedad para ser
parte de un verdadero cambio que tanto necesita el planeta.
Publicar un comentario
Gracias por contactar, en breve te responderé